“…madre mía, la de cosas que tenía el abuelo Fulgencio, Mari!!”
Pablo y María se han acercado al trastero en busca de unos papeles de su abuelo Fulgencio. Al principio, han venido a regañadientes y obligados por sus padres, pero después se lo han pasado en grande rebuscando entre recuerdos y dando rienda suelta a su imaginación cuando se han ido topando con viejas fotografías y un montón de cosas viejas que les han transportando directamente a otras épocas…. A Pablo le han entusiasmado unos dibujos al óleo acompañados de maravillosos poemas y a María las cartas de amor que se escribió con la abuela Covadonga cuando aún eran unos chavalines y aún no habían salido del pueblo…Qué maravillosos también el candelabro y la frutera de plata!...
Cuando su abuelo se trasladó a vivir con ellos, los padres de Pablo y María vendieron la casa del pueblo y cogieron un trastero para guardar sus cosas porque en el apartamento donde vivían –y siguen viviendo- no había suficiente espacio…De vez en cuando, el abuelo “reclama” un recuerdo y entonces su hija se acerca a por él… Hoy le ha sido imposible y como los niños ya tienen 12 y 15 años pensó que les podía delegar la misión… Al final, Pablo y María no sólo se han llevado los papeles que quería el abuelo –algunos bocetos de inventos aeronáuticos fallidos en su juventud- si no que, además, han cogido alguna foto vieja y un cuaderno de cuando Fulgencio...iba a la escuela!
A Siti le encantan las reliquias y las fotos viejas porque -dice - ponen el punto romántico y nostálgico a una vida que pasa demasiado rápido y que a través de ellos, de los recuerdos, revivimos nuestra historia de una manera más justa y serena…
Habrá que empezar a guardarlo todo y alquilar un trastero!
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